Burgos ha evolucionado muchísimo durante los últimos años y ha pasado de ser vestigio de una anacrónica realidad a, poco a poco, ir avanzando en la creencia real de las potencialidades que tiene esta histórica ciudad. Esa creencia pasa también por la gente que actualmente vive en Burgos y forma una comunidad diferente a la típica alteridad castellana conocida tradicionalmente por doquier. La mentalidad está cambiando un paso por delante de las tradiciones y eso implica un impedimento lógico en la coherencia social. Además, aunque la mejora es evidente, los mandatarios avanzan muy despacio teniendo en cuenta la miriada de años de atraso que nos contemplan. Entre el desarrollo económico y social existe un gran espacio, un pulso intenso y escondido que en ocasiones sólo se sufraga con fuegos de artificio y en otras funciona de forma magistral, avanzando, sin embargo, de igual a igual si ponemos los medios necesarios y todos y cada uno de nosotros nos sintiéramos parte importante del crecimiento burgalés.
Llegados a este punto nos damos cuenta de la importancia de la participación ciudadana como parte importante del crecimiento social y cultural de una zona, de un barrio, de un pueblo... Cuando el entorno que nos rodea es favorable es más facil la comprensión y convivencia entre culturas, es más enriquecedora la experiencia intercultural que se desarrolla en acciones conjuntas, en situaciones que impiden las continuas contradicciones que la alteridad produce cuando un gitano te roba, cuando un moro te pasa porros, cuando un latino te quita un trabajo, o un yanqui te invade... o cualquier otra injusta etiqueta te hace caer en la desafortunada manía de prejuzgar cuando el entorno entre culturas es el incorrecto. Es parte fundamental tener en cuenta que como ser social que somos nuestra fuerza y nuestro alma sólo se ven favorecidos cuando no estamos solos, cuando somos una parte de un grupo que no se conforma con algo, que intenta democráticamente cambiar su situación con el consenso y la conjunción de necesidades comunes en un grupo, en una sociedad (asociación) con la fuerza para lograr objetivos que no se harían realidad con los simples deseos personales de cualquier individuo.
La parte menos bonita es que asociarse para lograr objetivos no se hace tan fácil como se dice: No contamos, los ciudadanos de a pie, con la información pertinente, o con el tiempo necesario, o incluso, con las ganas suficientes para hacerlo. En realidad partimos con la idea de estar sólos con nuestros problemas, pues así nos educan y nos hacen sentir tradicionalmente. Cuando decidimos actuar sólos contra nuestros problemas se convierten en caprichos (aunque sean reales) y en cambio se fomenta la idea de competitividad para ser los mejores un una u otra tarea o actividad. La contradicción en este campo es tangible, como en tantos otros, pero parece la idea más demócrata.
Acabar diciendo que en esta nuestra ciudad no se lleva una política real de cooperación y participación ciudadana, fuera de la foto o el titular. Esto presenta un problema grande, pues individualmente no importamos, como grupo sí pero puedes perder lógica si sólo miras los beneficios económicos con esta o la otra subvención, la participación no es suficiente y la información, menos aún. ¿Cómo piensan que van a reaccionar los mas jóvenes si los precios para ir al teatro son abusivos, la información insuficiente, y la motivación nula? Es muy fácil rasgarnos las vestiduras con el botellon o con la cada vez más estúpida delincuencia pero no somos capaces de pensar estrategias válidas para fomentar una mayor actividad cultural en los jóvenes, o una posibilidad real de pagar una entrada para el espectáculo que escojan... No obstante y poco a poco, la cosa va a mejor (o eso me gusta pensar).
¿Por qué tenemos que seguir aguantando la deconstrucción de occidente?; ¿Qué pensarían Sócrates, Platón o Aristóteles si vieran cómo hemos confundido sus ideas y reflexiones? Dice Aristóteles: "las personas se consideran nobles en todas partes, no sólo en su tierra; pero juzgan nobles a los extranjeros sólo cuando ellos están en la suya" o "es, pues, evidente que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social".
